Las callosidades o hiperqueratosis, son una lesión reactiva de la piel, que se produce para proteger al pie de estímulos de presión o fricción aumentada. Suelen ser dolorosos y dificultan el uso de cierto tipo de calzado.
Los que aparecen en la planta del pie se dan como respuesta a la presión sobre la piel que recubre las prominencias óseas y los del dorso del pie como consecuencia de la fricción de la piel contra el calzado apretado.
El tratamiento consiste en eliminar el estímulo causante del engrosamiento de la piel, rebajar el tamaño del callo con instrumentos cortantes estériles y uso de plantillas o almohadillas para disminuir la presión o fricción.
En lesiones crónicas y recidivantes es mejor realizar la corrección quirúrgica de la deformación subyacente. Esta consiste en resección de prominencias y realineación del segmento del pie afectado.
Afecta principalmente al dedo gordo y se caracteriza por dolor punzante, inflamación, secreción de líquido seroso que eventualmente puede transformarse en pus al sobrevenir una infección.
También llamada onicocriptosis, se produce por varias razones como la deformación mecánica de la uña por el uso de zapatos apretados, el corte inadecuado o el crecimiento de los tejidos adyacentes a la uña.
El tratamiento inicial, bajo los efectos de anestesia local, consiste en eliminar el segmento de uña encarnado así como retirar el tejido inflamatorio y de estar presente, tratar la infección con antibióticos.
Para prevenir nuevos episodios se recomienda utilizar zapatos de punta ancha y cortar las uñas de forma recta.
En casos recurrentes es necesario realizar procedimientos quirúrgicos a nivel de la matriz de la uña para impedir que crezca de nuevo el borde que se encarna.
Onicomicosis es el nombre con el que se conoce a la infección de las uñas ocasionada por un hongo. Se produce cuando la uña es expuesta a micro traumatismos, en la mayoría de los casos ocasionado por el uso de zapatos apretados, perdiendo de esta forma las barreras naturales que la protegen contra las infecciones.
La uña infectada se torna opaca, amarillenta, engrosada y quebradiza En ocasiones puede comprimir el lecho ungueal subyacente produciendo dolor. El diagnóstico definitivo se hace examinando una muestra del tejido infectado en el microscopio y en ocasiones por medio de cultivos especiales.
El tratamiento se basa en la disminución de la cantidad de uña infectada por medio de corte con instrumentos quirúrgicos estériles (desbridamiento) y administración de medicamentos contra el hongo ya sean orales (pastillas) o locales (lacas o cremas) dependiendo de la cantidad de uña afectada. Usualmente la duración del tratamiento es de 3 a 6 meses.
Recientemente se está utilizando la tecnología Laser para eliminar al hongo por medio de aplicaciones periódicas sobre la uña infectada. Esta opción puede combinarse también con tratamiento medicamentoso para mejorar los resultados.