Conocido como Hallux Valgus, es una desviación que ocurre entre el dedo gordo y el primer metatarsiano del pie. Produce una prominencia dura en el borde del pie que se inflama con el roce del calzado apretado, dando lugar a los síntomas característicos de dolor, incomodidad, ardor y dificultad para caminar.
También pueden producirse dolor y callosidades en la planta del pie por debajo de los otros metatarsianos como consecuencia de la transferencia de carga que en última instancia puede deformar los dedos pequeños. Sucede por muchas causas entre las que están la herencia, la deformación del pie por calzado apretado, sobrepeso, artritis, diabetes y traumatismos entre otros.
El tratamiento inicial consiste en modificar el calzado para eliminar la causa del roce, medicamentos antiinflamatorios, ortósis (aductores nocturnos, separadores interdigitales y almohadillas protectoras) y terapia física. Estas medidas sirven para aliviar los síntomas y de hecho lo hacen en la mayoría de los casos, pero no son efectivas en corregir la deformación.
En personas que no se alivian con el tratamiento inicial o si la deformación es tan grande que dificulta el uso de calzado adecuado se recomienda la cirugía. Por medio de ella es posible aliviar el dolor, corregir la deformidad y restablecer la función del dedo gordo. Existen muchas técnicas para la corrección que van desde procedimientos en tejidos blandos hasta cortes en hueso.
Dependiendo de la funcionalidad, del grado de desviación, y de las características de los huesos en una radiografía se selecciona el procedimiento más adecuado para cada paciente. Luego de la cirugía se realiza un programa de terapia física para restablecer la función y prevenir la recidiva de la deformidad.
Es una deformación de los dedos pequeños del pie que da como resultado prominencias cubiertas por piel engrosada (callos). Dificulta el uso de calzado normal y altera la marcha por el estímulo doloroso que producen.
Son causados en la mayoría de los casos por deformidad mecánica impuesta al pie por el uso prolongado de calzado inadecuado. También puede producirse como consecuencia del Juanete o por ciertas enfermedades neurológicas y degenerativas.
El tratamiento incluye eliminar el factor deformante del pie, medicamentos analgésicos y antinflamatorios, ortósis correctoras si el dedo es flexible, almohadillas de gel para proteger las prominencias dolorosas, terapia física y masajes.
En caso de deformaciones rígidas es menos probable que el dedo permanezca alineado, haciéndose necesaria la corrección quirúrgica. Dependiendo de las características del dedo existen procedimientos que van desde alargamiento de tendones hasta corte de hueso y fijación con clavos.